Divorcios en Aumento: ¿Qué está pasando con los matrimonios en la República Dominicana?

El comportamiento de los matrimonios y divorcios en un país refleja los cambios sociales, culturales y económicos que afectan a las familias. En la República Dominicana, los datos sobre divorcios y matrimonios desde 2001 hasta 2023 presentan tendencias que evidencian una transformación significativa en las relaciones matrimoniales. Este artículo explora estas tendencias y los factores que las impulsan, así como sus implicaciones para la sociedad dominicana.

En las últimas dos décadas, el panorama matrimonial en la República Dominicana ha experimentado cambios notables. El número de divorcios ha crecido significativamente, pasando de 12,821 en 2001 a un máximo de 28,694 en 2021. Este aumento puede estar vinculado a varios factores, incluyendo cambios en las actitudes sociales hacia el matrimonio y el divorcio, la evolución de la legislación y cambios económicos que afectan a las familias.  Al abordar las causas subyacentes de estos cambios y ofrecer el acompañamiento a las personas, se puede contribuir a una sociedad más estable y próspera.

Por otro lado, el número de matrimonios mostró un crecimiento hasta 2016, alcanzando su punto máximo con 52,898 matrimonios. Posteriormente, se observaron fluctuaciones, con una disminución notable en 2020, probablemente debido a la pandemia de COVID-19, que afectó la celebración de bodas. La pandemia impuso restricciones sociales y económicas que limitaron las reuniones y celebraciones, lo que resultó en una caída significativa en el número de matrimonios, registrando 35,104 en 2020.

La relación de divorcios por matrimonio ha mostrado una tendencia al alza, indicando que un mayor porcentaje de matrimonios termina en divorcio. En 2001, esta relación era del 34.40%, mientras que en 2021 y 2022 superó el 60%, reflejando un aumento significativo en las disoluciones matrimoniales en comparación con los nuevos matrimonios. Este incremento sugiere que los matrimonios son menos estables y más propensos a terminar en divorcio que en el pasado.

El impacto de la pandemia de COVID-19 en 2020 fue notable en estas estadísticas. Mientras que el número de matrimonios disminuyó drásticamente debido a las restricciones impuestas, el número de divorcios en 2021 y 2022 aumentó significativamente. Este fenómeno podría estar relacionado con el estrés adicional en las relaciones matrimoniales debido a la pandemia, incluyendo problemas financieros, aumento del tiempo de convivencia forzada y el estrés emocional generado por la incertidumbre y las dificultades de la crisis sanitaria.

Diversos factores han influido en las tendencias observadas en los matrimonios y divorcios en la República Dominicana:

  1. Las actitudes hacia el matrimonio y el divorcio han cambiado con el tiempo. La sociedad dominicana, al igual que muchas otras, ha visto una mayor aceptación del divorcio y una disminución en la estigmatización de las personas divorciadas. Las nuevas generaciones tienden a valorar más la realización personal y la felicidad, lo que puede llevar a una mayor disposición a terminar matrimonios infelices.
  2. Las leyes que regulan el matrimonio y el divorcio han evolucionado para facilitar los procesos de disolución matrimonial. Los cambios en la legislación pueden haber reducido las barreras legales y administrativas para obtener un divorcio, haciéndolo más accesible para las parejas que deciden separarse.
  3. La estabilidad económica es un factor crucial en la estabilidad matrimonial. Las dificultades económicas, como el desempleo, la inflación y la precariedad laboral, pueden generar tensiones en las relaciones y contribuir al aumento de los divorcios. En la República Dominicana, las fluctuaciones económicas y los retos financieros han afectado a muchas familias, lo que podría haber influido en el aumento de las tasas de divorcio.

Estas tendencias no son exclusivas de la República Dominicana, sino que forman parte de un fenómeno más amplio en la región latinoamericana, donde países como México y Brasil también han registrado una disminución en los matrimonios y un aumento en las tasas de divorcio en los últimos años. Este patrón sugiere que los cambios sociales, culturales y económicos están afectando de manera similar a las familias en diversos contextos latinoamericanos, y por ello, la colaboración y el intercambio de experiencias y mejores prácticas entre los países de la región pueden ser beneficiosos para enfrentar estos desafíos comunes y promover el bienestar de las familias en toda América Latina.

En México, por ejemplo, los divorcios han aumentado constantemente en la última década, mientras que el número de matrimonios ha disminuido. Este patrón refleja una mayor aceptación del divorcio y cambios en las expectativas y prioridades de las parejas jóvenes. En Brasil, las tendencias son similares, con un aumento en los divorcios y una disminución en los matrimonios, impulsados por factores económicos y sociales.

El aumento en las tasas de divorcio y la disminución en los matrimonios tienen importantes implicaciones para la sociedad dominicana. Estos cambios reflejan transformaciones profundas en la dinámica familiar y requieren una respuesta adecuada por parte de las políticas públicas y los programas sociales como:

  1. Desarrollar políticas y programas que apoyen la estabilidad matrimonial y aborden las causas subyacentes del aumento en las tasas de divorcio. Esto puede incluir programas de asesoramiento y mediación para parejas, educación sobre habilidades de comunicación y manejo de conflictos, y apoyo financiero para familias en dificultades económicas.
  2. El bienestar familiar debe ser una prioridad en las políticas públicas. Esto implica no solo apoyar a las parejas casadas, sino también ofrecer recursos y apoyo a las familias monoparentales y a las personas divorciadas para asegurar que todos los miembros de la sociedad tengan acceso a una vida digna y plena.
  3. Es fundamental continuar investigando y monitoreando las tendencias en los matrimonios y divorcios para entender mejor las causas y consecuencias de estos cambios. Los datos actualizados y el análisis continuo permitirán a los formuladores de políticas tomar decisiones informadas y desarrollar estrategias efectivas para abordar estos desafíos.

Desde el punto de vista demográfico, el aumento en los divorcios forma parte de lo que se considera como la segunda transición demográfica, que incluye además aumento de cohabitación, fecundidad pospuesta, eficiente contracepción y más familias sin hijos, entre otras.  Este artículo busca no solo informar, sino también generar reflexión y acción.

Por: Kisoris Sanchez, Encargada Interina de la División de Estadísticas Demográficas

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top