Recientemente visitó la República Dominicana Luca Di Gennaro Splendore, doctor en estadística y becario del Programa Marie Curie de la Unión Europea. Invitado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el Dr. Di Gennaro participó de un seminario virtual denominado “La democracia muere en la oscuridad sin estadísticas oficiales”, título que resume la investigación que está llevando a cabo en el Programa antes mencionado.
Partiendo de las preguntas de si existe una relación cuantitativa entre la democracia y las estadísticas oficiales y la de cómo puede un país democrático organizar una campaña durante las elecciones sin estadísticas oficiales, el Dr. Di Gennaro nos guio por el análisis de una serie de índices, como el Índice de Democracia elaborado por The Economist; y el Índice de Desempeño Estadístico (SPI, por sus siglas en inglés), elaborado por el Banco Mundial a fin de darnos a conocer algo que, en su ponencia puede inferirse como la tesis central de su investigación, y que a su vez es una cita que él hace de Jeskanen-Sundström, quién fue presidenta del Instituto de Estadística de Finlandia y de la Asociación Internacional de Estadísticas Oficiales: “En una sociedad democrática, la independencia de las estadísticas oficiales tiene el mismo estatus que la Libertad de expresión de sus ciudadanos”.
De los primeros hallazgos que mostró el Dr. Di Gennaro sobre la correlación entre el Índice de Democracia y el SPI, para un total de 167 países investigados en el año 2022, es que esta se coloca en un 69%. De los mismos, países como Noruega, Suecia, Finlandia o Islandia en Europa; y Costa Rica y Uruguay en América Latina son los que exhiben niveles más alto en su Índice de Democracia; y en los que su SPI está por encima de los 66 puntos llevando a inferir que existe una correlación positiva entre estos dos. Es decir que, a mayor democracia, mayor desempeño estadístico y, viceversa; convirtiéndose en un círculo virtuoso que, por tanto, redundara en un fortalecimiento del estado de derecho.
Tras la presentación de argumentos cuantitativos, se nos presentaron una serie de ejemplos de la aplicación internacional en la necesidad de contar con estadísticas oficiales como elemento importante de la democracia y el desarrollo de los países, de los cuáles quiero resaltar dos en particular. El primero de ellos estuvo relacionado con el Reino Unido. Allí, la Autoridad Estadística está considerada, junto a otras instituciones, como guardianes constitucionales en el que, cualquier injerencia sobre la misma puede considerarse como un ataque a la confianza en las estadísticas oficiales.
Por otra parte, se nos presentó como en el marco de los Principios Fundamentales de las Estadísticas Oficiales (PFEOs), adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2014, las estadísticas oficiale constituyen un elemento indispensable en el sistema de información de una sociedad democrática, al servicio del Gobierno. Igualmente, en el ámbito de las Naciones Unidas el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 (ODS 17), que versa sobre las alianzas para lograr los demás 16 objetivos, considera las estadísticas oficiales como un elemento clave de la consecución de los ODS. Para esto, considera una serie de indicadores tales como el número de países que cuentan con legislación estadística nacional que cumple con los Principios (Indicador 17.18.2), así como el indicador 17.8.3 sobre el número de países con un plan estadístico nacional totalmente financiado y en ejecución, por fuente de financiación.
En la República Dominicana, dos hechos son relevantes de cara al cumplimiento de estos indicadores. El primero es la formulación de un proyecto de ley sobre la función estadística pública y el sistema estadístico nacional que considera los PFEOs como elementos estructuradores de la propuesta de ley, convirtiéndolos en mandatos de optimización que, ante vacíos en la aplicación de esta, los Principios se interpreten como regla máxima a seguir.
El segundo, ha sido la formulación del Plan Estadístico Nacional 2021-2024 (PEN), un instrumento que tiene como objetivo mejorar la producción, difusión y uso de estadísticas oficiales en las instituciones que conforman el Sistema Estadístico Nacional (SEN), a través de un enfoque sistemático e integral, tomando en cuenta las interrelaciones existentes entre las instituciones productoras de información estadística y los usuarios de estas.
Además, el PEN es principal instrumento de coordinación y planificación de la producción estadística del país, se constituye como la herramienta para la sistematización y el ordenamiento de todas las operaciones estadísticas que deberán ejecutar las instituciones del sector público para generar las mediciones de los indicadores que sustentan las políticas públicas, con la rigurosidad, oportunidad, calidad y periodicidad necesarias.
Sin embargo, tanto la propuesta de ley como el plan, todavía enfrentan importantes obstáculos. La propuesta de ley, a pesar de que fue depositad en junio del 2021 todavía se encuentra en la Comisión de Economía, Planificación y Desarrollo del Senado, donde reposan dos propuestas más. Por su parte, el PEN no cuenta con el financiamiento adecuado que permita una producción contínua y de calidad.
Con un Índice de Democracia de 6.4 al 2022; y con un Índice de Desempeño Estadístico de 72.4 para el mismo año, esperamos que ambos índices puedan avanzar y consolidar nuestro estado democrático con la aprobación de una moderna ley que reemplace la actual, concebida bajo la dictadura trujillista, una de las épocas más oscuras en la democracia dominicana. Como también nos comentaba Di Gennaro en su presentación, citando a Veloso y otros autores, “En el pasado, las estadísticas se utilizaban como un instrumento de control gubernamental sobre la población, pero con el tiempo se han convertido en una herramienta de participación ciudadana, ayudando a garantizar el buen funcionamiento de las sociedades democráticas.”
Escrito por: Miosotis Rivas Peña, directora general de la Oficina Nacional de Estadística.