En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental que se celebra el 10 de octubre de cada año, con el objetivo de crear conciencia sobre los problemas de salud mental en todo el mundo, tuve la oportunidad de participar, en calidad de directora de Estadísticas Sociales y Ambientales de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), en el Seminario: Panorama de la Salud Mental en República Dominicana y sus desafíos.
En este interesante espacio, que buscó una mirada al tema de la salud mental a partir del análisis de datos estadísticos que son puestos a disposición por la Oficina Nacional de Estadística. Se abordó la salud mental, desde un enfoque diferente al que tradicionalmente se da, con una mirada más allá de las enfermedades mentales, se centró en algunos factores individuales, familiares, comunitarios y estructurales, que pueden combinarse para proteger o socavar nuestra salud mental y nuestra posición en el proceso continuo de la salud mental.
Como parte de la revisión bibliográfica realizada, se identificó que, en el Plan Nacional de Salud Mental República Dominicana, 2019-2022 se establece que “Según el Análisis de Situación de Salud realizado por el MSP en el año 2014, se presenta la salud mental como un problema complejo, que no se ha podido valorar en su justa dimensión por la escasa disponibilidad de datos. También se considera que los recursos financieros destinados a este tema son insuficientes para satisfacer la necesidad de prevención y atención a las personas afectadas”. El mismo documento cita las estimaciones realizadas sobre la prevalencia de las enfermedades mentales en el país con aproximadamente, un 20% de la población dominicana que sufre de trastornos mentales.
De acuerdo con el Informe mundial sobre la salud mental: Transformar la salud mental para todos (2023), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), trastornos que ya eran frecuentes como la depresión y la ansiedad aumentaron en un 25% en el primer año post COVID. A nivel nacional, varios profesionales y gremios se han manifestado en relación con sus preocupaciones por el aumento de los problemas de salud mental en la población, lo que infieren no solo desde su experiencia en consulta, sino también por los cada vez más frecuentes eventos que evidencian estas situaciones, de las que no estamos exentos.
En estas líneas me centraré en la violencia como uno de esos factores que atentan y nos hacen más vulnerables en materia de salud mental, al final de manera breve, referiré los recursos con los que contamos en materia de personal del área de la salud mental para acompañar una población de más de 10 millones de personas, de acuerdo con los datos del último censo nacional de población y vivienda realizado en el año 2022.
La violencia tiene diferentes ámbitos y dimensiones. Partiendo desde la percepción de inseguridad en la población, de acuerdo con los resultados de la Encuesta de hogares de propósitos múltiples (ENHOGAR) correspondientes al año 2022, el 39.3% de las personas indicaron sentirse nada y poco seguros al caminar solo por las calles. En este mismo sentido, se identifica que las personas de 15 años y más han dejado de realizar algunas actividades por miedo a la delincuencia y el crimen, destacándose “evitar salir de noche”, “dejar de llevar mucho dinero en efectivo” y “dejar de usar joyas”.
Por otro lado, las prácticas de crianza como esas acciones de cuidado, atención, educación y socialización que hacen las personas de manera cotidiana con las niñas y los niños menores que influyen significativamente en sus vidas, mediadas desde la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS 2014 y 2019) muestra que independientemente de la zona de residencia más del 40% de los niños y niñas de 1 a 14 años de edad han experimentaron castigo físico como medida disciplinaria y crianza en el hogar.
La violencia en el ámbito de las relaciones de pareja es quizás uno de los tipos de violencia de las que con mayor frecuencia se hace referencia. Si vemos los datos de feminicidio[1], como expresión máxima de la violencia contra las mujeres, se aprecia que, para el año 2023 de 81 feminicidios, 65 corresponden a feminicidios íntimos, es decir aquellos donde el perpetrados es una pareja actual o anterior, una pareja intima, una pareja con la que se cohabita o con la que se sale.
Continuando con la violencia en el contexto de las relaciones de pareja, de acuerdo con la Encuesta experimental sobre la situacion de las mujeres (ENESIM-2019), el 43% de las mujeres de 15 años y más han experimentado violencia en algún momento de su vida perpetuada por su pareja actual o última pareja. De acuerdo con el tipo de violencia, el 38% indicó que ha experimentado violencia psicológica, 9% física y 4% sexual.
[1] Homicidio de mujeres y niñas cometidos por razones de género. Motivados por factores estructurales como la ideología del poder y el privilegio del hombre sobre la mujer, las normas sociales relativas a la masculinidad y la necesidad de imponer control o poder del hombre, para hacer cumplir los roles de género, o prevenir, desalentar o castigar lo que se considera un comportamiento femenino inaceptable (Marco estadístico para medir el homicidio de mujeres y niñas por razones de genero).
En materia de violencia, finalmente referirme al suicidio, como esta expresión de violencia hacia uno mismo o violencia autoinfligida. De las muertes accidentales y violentas ocurridas en el año 2023, el suicido representa el 13.5%, superada solo por las muertes en accidentes de tránsito. En los últimos cinco años la tasa de suicido se ha mantenido por encima de 6 muertes por cada 100,000 mil habitantes, esto medido en la población de 6 años y más. Para América esta tasa es de 9.3 por cada 100,000 mil habitantes. El motivo principal, aducido para cometer suicidio es la depresión, problemas de salud mental (59%)[1]; seguido de conflicto familiar, violencia intrafamiliar y de genero (15%). Al igual que en todas las muertes accidentales y violentas, son los hombres quienes tienen la mayor presencia en los casos de suicidios.
Ahora bien, con qué personal contamos para atender las demandas de atención en salud mental y trabajar desde la prevención. De acuerdo con el boletín anual de métricas de Recursos Humanos en salud del Servicio Nacional de Salud, para el año 2022, contábamos con un total de 1,028 profesionales, 194 psiquiatras y 834 psicólogos. Estos concentrados principalmente en Santo Domingo, Distrito Nacional y Santiago. Con algunas provincias, que tienen a penas un profesional como San Jose de Ocoa.
Este recorrido, sin mayor profundización, nos muestra diferentes ámbitos y fuentes de información disponibles para el estudio de factores vinculados a la salud mental. Y sin lugar a duda, nos lleva a la conclusión de que como país la violencia representa una amenaza real en materia de salud mental y amerita un abordaje holístico, multidisciplinario y a ser considerado como eje prioritario por los hacedores de política.
Se debe prestar mayor atención a los temas de salud mental considerándola como parte integral de ese estado de bienestar al que nos referimos cuando hablamos de salud. Esta mayor atención, requiere de la producción de estadísticas que permitan tener una idea clara no solo de su dimensión, sino también de temas como prestación de servicios y temas conexos que tienen una vinculación importante con este tema. Por mencionar alguno, temas como la privación de derechos que en sí mismo constituye un acto de violencia.
[1] Registros administrativos de la Oficina de Estadisticas y cartografía de la Policia Nacional.
Este tipo de espacios representa una oportunidad para fomentar el uso de datos estadísticos en profesionales, academias y en la población en general. Los y las especialistas en diversas áreas del saber, pueden dar una mirada en profundidad a los datos disponibles contribuyendo en la generación de conocimiento y el estudio de la realidad nacional, así como a la mejora del propio dato. Recientemente la ONE firmó un acuerdo con instituciones académicas que se constituirá en un espacio fértil para el aprovechamiento de la amplia producción estadística institucional.
Mildred Martínez Mejía, Directora de Estadísticas Demográficas, Sociales y Ambientales.
Agradecimientos a Alison Omar Gil y Nancy Mora por la generación de los datos.